El eco de la esperanza

El otrora Rector Gabilondo, colaborador de La Noche Menos Pensada, y ahora Ministro de Educación promete, y promete mucho. Nosotros le colocamos enseguida sobre un pedestal por sus excelentes participaciones en el programa y aprovechando un texto que ha sido nuestro faro en el viaje que emprendimos meses atrás hacia Ítaca:

"...A mi no me gusta la resignación, ni me gusta la indiferencia. Y no me gusta por tanto una lectura de la esperanza que fuera algo así como cruzarse de brazos esperando que eso se resuelva. La esperanza también es una acción, es una movilización, algo que nos moviliza, que nos hace luchar con alguna confianza en algún resultado. Digo esto porque si no también la esperanza, entendida no digo ya como resignación incluso como claudicación, nos hace soñar en otro mundo que quizá algún día venga, que no sé quien lo va a traer como no seamos nosotros los que vayamos tratando de hacerlo venir. Y por eso si hablamos de la esperanza como un dejar que algo ocurre, yo entonces a la palabra dejar le daría el carácter de una acción, como cuando dejamos algo en una mesa o dejamos algo en algún lugar. A mí me parece, en fin, con este afecto que nos une en un hilo secreto con nuestros oyentes, con este amor que nos tenemos y lo proclamamos, que tenemos también que decirnos una cosa: en un mundo como éste que nos gusta relativamente, que lo queremos porque es nuestra casa pero que muchas cosas no nos gusta como son. A mí me parece que preconizar la fatua "esperanza" reducida a la pasividad de que "bueno, ya vendrán tiempos mejores" tiene una sabiduría pero también tiene un peligro. Es el peligro de no llamar a lo que yo creo que hemos de llamar, que hemos de combatir por transformarlo, por mejorarlo, que hemos de soñar cada día con la acción. La acción es una forma concreta de soñar..."

Al contrario que otros colaboradores del programa, Ángel Gabilondo no se ha sumado abiertamente a nuestra demanda; ha preferido quizás la discreción. Sin embargo, nosotros nos le hemos sumado. No le dimos opción. Le hemos convertido en protagonista de una cruzada interpretando, quizás interesadamente, su filosofía; asumiendo que una persona de su cariz siempre será consecuente con sus ideas.

Dos noticias de importancia se pueden encontrar desde que subiera al cargo:

Primero fue el rechazo a las imposiciones lingüísticas en las instituciones académicas, una idea por la que ya se le ha tachado de iluso en algunos foros. A mí se me ocurre que, en este caso, iluso es sinónimo de quijote, que es como nos definimos en este blog.

Posteriormente, el veintisiete de abril vemos cómo aparece una segunda noticia, esta vez sobre los problemas de la Universidad con el proceso de Bolonia. Si es leída detenidamente y con una mente abierta, podemos trasladar a nuestro caso mucho de lo que allí dice.

En sus declaraciones, el Ministro aboga por una participación “activa” de los estudiantes, que son los “usuarios finales” de las reformas. Habla de que los centros de enseñanza superior "deben responder a los intereses de la sociedad". Por ello, "es lógico que sociedad participe activamente en la Universidad, El ministro, asimismo, se comprometió a trabajar para que la Universidad "no ceda a intereses de mercado".

¿Si hablara de la radio pública, abogaría por una participación “activa” de los oyentes (¿inspirados en la esperanza activa?), que son los “usuarios finales”? ¿Por que la radio pública responda a los intereses de la sociedad? ¿Por que la sociedad participe activamente en la radio pública? ¿Se comprometería a trabajar para que ésta “no ceda a los intereses del mercado”?

Yo creo que sí porque ¡Gabilondo es de los nuestros! No tiene opción.

Jose Luis